Golpes de estado, jugadas de farol o simulacros de declaración de independencia

Yo creo que la mayoría del Parlament de Catalunya quiso manifestar su voluntad inequívoca de llegar a un referéndum pactado con el Estado por enésima vez. Pacífica, como siempre. Democrática, como siempre, por la mayoría parlamentaria. Pero esa vez, con intención de ser el último aviso. Fue una declaración política pero clara, una voluntad de independencia y de establecer un sistema republicano. Aquí, frente al abismo o frente a la libertad, se frenó. No se decidió nada, no se publicó ninguna ley. Ondeó siempre la bandera de España. Hasta aquí hemos llegado.

No ha habido golpe de Estado porque no ha habido ningún acto ni intento de cambiar el orden establecido. En este sentido sí ha sido un farol o un simulacro. La generación que ha vivido estos hechos no lo va a olvidar.