"No dejemos que el móvil nos robe lo mejor de la vida"

Quiero expresar mi preocupación por una tendencia que cada vez se hace más evidente en nuestra sociedad actual: la dependencia del móvil y las redes sociales.

El pasado martes tuve el privilegio de cumplir uno de mis sueños: asistir como público a un desfile de la 080 Barcelona. Sin embargo, entre el alboroto de la pasarela y el entusiasmo de los diseñadores, no pude evitar presenciar la gran dependencia de las personas hacia sus dispositivos móviles. En cada rincón de ese recinto, las miradas de los asistentes estaban fijadas en las pantallas de sus teléfonos, más que en los diseños que desfilaban ante nosotros.

Si bien entiendo que los móviles se han convertido en la herramienta de trabajo de muchas profesiones, me entristece ver como el público parece estar más interesado en capturar una imagen para compartirla en línea que en apreciar la verdadera esencia de estos eventos: la pasión por la moda y el talento de los diseñadores.

En las calles, bares y restaurantes, en el transporte público o en las reuniones familiares es habitual ver a las personas inmersas en sus teléfonos, sin dar importancia al mundo que les rodea. Recordemos que el teléfono es una herramienta útil, pero no debe convertirse en el centro de nuestra vida. Debemos aprender a usarlo de forma responsable y equilibrada, sin que interfiera en nuestras relaciones, nuestro trabajo o nuestro bienestar.

Disfrutemos del mundo real, de las relaciones cara a cara y de las experiencias que esta vida nos ofrece. No dejemos que el teléfono nos robe lo mejor de la vida.