"Parece que estamos a las puertas de una autocracia"

Una vez finiquitada la dictadura, un grupo de ilustres de la política y la sociedad española redactaron lo que hoy conocemos como la Carta Magna o Constitución Española del 78. El tiempo nos ha demostrado que es una buena y moderna Constitución, que cumple con los derechos y libertades que cualquier sociedad moderna puede alcanzar, pero como todo lo humano, contiene errores.

Los redactores de la ley de leyes nunca imaginaron que llegaríamos a tener un Gobierno con tres Presupuestos Generales del Estado prorrogados. ¿Se imaginan una gran empresa cuyo CEO no presentara presupuestos anuales? Eso es algo imposible y sería despedido de inmediato. Pues no imaginaron eso, como tampoco imaginaron que, a pesar de tener corruptos en el Gobierno o muy cercanos a la figura del Presidente y su partido, ni este dimitiera, ni su partido lo obligara a convocar elecciones, o algo peor, el Congreso no se uniera para dar la voz al Pueblo.

Las personas que con gran inteligencia y sentido de Estado redactaron la Constitución, jamás imaginaron que podríamos estar a las puertas de una autocracia y, sobre todo, que el Congreso lo permitiría, o que las fuerzas sociales, como los sindicatos, no pusieran el grito en el cielo, organizando movilizaciones como aquellas que se convocaban en los años 80 porque subían un duro el pan o el transporte público, dos centimos para los 'millennials'.

Lamentablemente, esto está sucediendo en nuestro país y, a pesar de todo, se niega al pueblo la posibilidad de pronunciarse, de tener voz. Y todo con la excusa de que cabría la posibilidad de que "elijamos mal", tratándonos como niños, o como ignorantes. Por eso, con todo el respeto, los ilusos del 78 debieron recordar que en España pueden surgir oscuros y maquiavélicos personajes, y la Constitución debería contener herramientas legales para echarlos del poder antes de que fagociten las instituciones del Estado.