Hemos perdido el 'seny' y la AEM

Hace unos meses, nada hacía presagiar el contexto en el que hoy vivimos en Catalunya. Parecía que se recuperaba el empleo y también la economía por mediación de las empresas; la sociedad civil, dentro de lo que se intuía una división, no era todavía algo preocupante, y todo hacía pensar que la AEM (Agencia Europea del Medicamento) recalaría en Barcelona ya que era la mejor posicionada de las sedes donde ubicarla.

Hoy nos encontramos que las sociedades mercantiles de grandes empresas se han marchado de Catalunya, el turismo ha sufrido un frenazo, ha tirado para otro lado y ha dejado de venir a Catalunya. La economía se resiente, la sociedad civil está profundamente dividida y la AEM ha dejado de ser un sueño para pasar convertirse en una pesadilla. Qué ilusos somos, ¿ dónde está la tierra prometida? ¿Dónde está Ítaca?  

Cuando las ideas se convierten en religión no hay cabida para el raciocinio ni la sensatez. Y lo peor de todo, nos hemos quedado sin parte importante de nuestra identidad catalana: el 'seny' se lo han cargado unos pocos en unos días. ¿Y ahora qué?