Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

Un filósofo ministro de sanidad

undefined53306798 graf296  madrid  03 05 2020   el ministro de sanidad  salvad200503222601

undefined53306798 graf296 madrid 03 05 2020 el ministro de sanidad salvad200503222601 / Jose Maria Cuadrado Jimenez

Salvador Illa no tiene formación científica. Académicamente no es experto en salud ni en práctica clínica. Sobre economía, ha cursado un máster en dirección y administración de empresas que finalizó en 1993. Sin embargo, está al frente del Ministerio de sanidad y bienestar social en un momento de crisis mundial. ¿Cómo va a ser capaz de responsabilizarse de una institución como esta? ¿No sería mejor tener al frente a un gestor profesional?

El ministro Illa tiene estudios de Filosofía, una materia que apenas se detiene en las necesidades materiales y se pierde en metafísicas. Por eso, sus conocimientos no son los adecuados para encargarse de la crisis del covid-19. La Filosofía no parece tener en cuenta los medios necesarios para alcanzar los objetivos que nos harán salir del atolladero. Tampoco se ocupa de mantener al alza la economía ni de que los flujos del mercado continúen con la normalidad necesaria para que esto suceda.

Por el contrario, el ministro filósofo nos ha recomendado quedarnos en casa y seguir otras normas procedentes de la OMS que no parecen primar el funcionamiento del sistema económico. Pero, sobre todo, dejó dicho desde abril que para el Ejecutivo,la primera prioridad es la salud de los ciudadanos; la segunda, la salud de los ciudadanos y la tercera, la salud de los ciudadanos. En definitiva, que antes que el sistema puro y estrictamente monetario está la vida de las personas.

Porque eso es, entre otras cosas, lo que hace la Filosofía: en lugar de quedarse en un uso de la razón instrumental que une medios con fines, se replantea los propios fines. De ahí que, ante una pandemia donde lo que está en juego es la calidad de vida de las personas, en lugar de optar por el mantenimiento de un sistema determinado, el ministro Salvador se ha decantado por la protección de la existencia humana. Porque, mientras que los sistemas pueden adaptarse y reformarse, la vida humana es irrecuparable en cualquiera de los mundos posibles.

Participacions delslectors

Mésdebats