Qatar, un país de luces y sombras

De Qatar todos hemos visto alguna vez imágenes del país; un país moderno, con una capital, Doha, que es de ensueño, y cuyo atractivo es el  lujo y el desarrollo que este pequeño emirato en el Golfo Pérsico ha logrado en pocos años, como sus vecinos de Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, EAU. Pero, últimamente, este país se ha visto envuelto en lo que parece ser una especie de confrontación con el mayor país y potencia, que es Arabia Saudí. Este país, más grande, marca las directrices de los  países de la zona y, en el caso de Qatar, este quiere -y así convenció a las monarquías del Golfo- que Qatar se aleje de la influencia del enemigo iraní y que deje de apoyar a los Hermanos Musulmanes, en Egipto, y a Hammás, ambas consideradas como organizaciones terroristas para el resto del mundo.

Con ello, Qatar iba en contra de la opinión de la mayoría, forzados por Riad. Y la visita del presidente Donald Trump a Riad puso de manifiesto esa situación que, curiosamente, se ha puesto en marcha tras las palabras de este en esa reciente visita. Lo que se ha decidido es un bloqueo naval y aéreo, lo que implica que su compañía aérea no pueda sobrevolar Arabia Saudí como hasta ahora y tenga que dar un rodeo sobrevolando Irán y Turquía.

Otra de las cuestiones es el papel de Qatar como patrocinador del Barça y la Fundación Qatar. El dinero que sale de esta fundación no está muy claro de dónde sale porque Qatar, hasta la fecha, no lo ha aclarado nunca. Y se sospecha que el DAESH tiene sus cuentas en este país, que no las ha congelado nunca como han hecho otros. Y esto es solo una parte de lo que sale a la luz pública acerca de este país.