La destitución de Zubizarreta estaba cantada. Demasiados errores en fichajes y una forma rara de aprovechar lo que se tiene, que aún es mucho y bueno. Cuando se tiene lo mejor hay que sacarlo siempre, a la gente que no le cuenten cuentos. Todo el mundo quiere una sola cosa: ganar, ganar, ganar, y después de eso... volver a ganar.