Es de agradecer que las autoridades respondan ante los infortunios de los ciudadanos que ayudan en el exterior. Muy bien. No obstante, me gustaría saber porqué la ministra de sanidad y el de exteriores se comprometieron a repatriar a esas personas afectadas sabiendo que no estábamos preparados para ello. Olvidemos el quijotismo. Teniendo en cuenta el riesgo, a eso se le llama irresponsabilidad. ¿Qué han ganado personalmente estas autoridades? ¿Quedar bien con las organizaciones religiosas? Europa va a pagar un alto precio por ello. Y España mucho más. ¡Vaya patriotas!