Mascarillas a la moda

El ministro Illa ya lo ha anunciado: el uso de mascarilla será obligatorio en espacios cerrados y en la vía pública cuando no se pueda garantizar la distancia mínima de seguridad.

Ahora que ya todos somos expertos en el tema y sabemos diferenciar una mascarilla sanitaria de una higiénica, ha comenzado a proliferar el comercio de las mascarillas de tela con filtro que se pueden lavar y reutilizar. Y me parece genial por dos motivos. En primer lugar porque esto significa que muchas empresas han sabido (y han podido) reinventarse y reconducir su producción evitando posiblemente la quiebra y, en segundo lugar, porque esto nos permitirá llevar piezas personalizadas y no tener que ir uniformados con una mascarilla blanca que nos recuerde que estamos viviendo una pandemia de trágicas consecuencias.

Sin olvidar la gravedad de la situación y sin ninguna intención de frivolizar sobre el tema, creo que la mascarilla va camino de convertirse en el complemento del verano. Si tenemos que usar obligatoriamente una pieza (bastante incómoda, por cierto) para proteger nuestra salud y la de los demás, ¿por qué no hacerlo con nuestro estilo? Y si además la adquirimos en la mercería de nuestro barrio o en una pequeña tienda 'online' nacional, mejor que mejor.