Los héroes que subliminalmente nos alzan la potencia de los Estados Unidos

Héroe. ¿Qué significa ser un héroe? Hay muchas acepciones en el diccionario acerca de esta palabra. Según la descripción de la Real Academia Española, héroe es una "persona ilustre y famosa por sus hazañas o virtudes".

Supermán, Capitán América, los Vengadores mismos: ¿los podemos considerar ilustres? ¡Claro que sí! Son los encargados de salvar el mundo. Sin ellos por poco morimos de una invasión extraterrestre (Los Vengadores), de un monstruo que en realidad es un científico loco (Spiderman) o de morir a causa de la posesión de armas nucleares en manos equivocadas (Iron Man). Parece que no podríamos vivir sin alguien con los valores como el sacrificio, la nobleza, la seguridad y el compañerismo tan profundizados.

Pero todos sabemos que no es más que ficción, y aun así, cuando vamos al cine disfrutamos como nadie de las películas de Marvel, porque nos muestran el mundo tal y como lo querríamos vivir. Sus héroes no tienen problemas, las relaciones siempre les van bien, no se levantan cada día a las 7 de la mañana, no cogen el metro, ni sufren, ni lloran, tampoco tienen responsabilidades.

Al principio digo que hay muchas acepciones de héroe. Otra de ellas, que remarco, dice así: "Persona a la que alguien convierte en objeto de su especial admiración". Según la cultura popular, los españoles somos un conjunto de gandules que nos pasamos el día bebiendo y bailando flamenco. Aun así, los que vivimos aquí sabemos que no es cierto, que aquí se trabaja mucho, igual que también nos divertimos. Según la cultura popular, los estadounidenses son el tipo de personas inteligentes, modernas, las primeras en todo. ¿Por qué pasa esto? La reputación de un país viene dada a través de revistas, películas, libros que conforman pequeños trocitos de un pastel.

Entonces, cuando nos gusta tanto Capitán América, realmente, ¿a quién estamos admirando? Estados Unidos es el inventor de estos personajes famosos, y todo lo que hacen subliminalmente es alzar la figura de esta gran potencia. Inconscientemente, cuando veamos a Spiderman, pensaremos en Estados Unidos, y ese será otro trozo de pastel que tendremos del país.