"La decepción, como el desamor y el desengaño, solo se pasa haciendo lo que te conforta"

Con 60 años ya cumplidos, miro a mi alrededor y no encuentro más que decepción, una decepción que no es solo política, es una decepción que siento en la forma que tenemos de relacionarnos, de comportarnos ante hechos que antes veíamos de otra manera, es una decepción social ya que nada es lo mismo. Si hablamos de política, y mires hacia un lado o hacia otro, nos encontramos con dos extremos: por una parte, los insoportables 'woke', y por otra, a los impresentables de la extrema derecha, que revisten su discurso con mentiras para retrotraernos a un pasado que todos conocemos por su crueldad.

Tanto unos como otros nos engañan, y lo que es peor, engañan a una juventud que está buscando su identidad, que abraza estos postulados sin preocuparse lo que dice la historia. Entre medio, los mismos de siempre, los que han hecho de la política su forma de vida, sin importarles nada nuestras necesidades, ellos han venido a servirse, no a servir al ciudadano, no importa el modo de corrupción, les vale para llenarse los bolsillos y guardar el botín en paraísos fiscales.

Por eso, mi voto, como hace seis años ya, será de desprecio y protestando a mi manera les diré que esperen sentados a que ejerza mi derecho. La decepción, como el desamor y el desengaño solo se pasa haciendo lo que te conforta. Leer, entre otros, a Pablo Neruda, Bertol Brecht, Miguel Hernández, García Lorca, César Vallejo, Rafael Alberti, Sartre, Camus, Galeano, Saramago, Manuel Vicent, Salinger, Orwell...; fascinarme con la pintura del mejor Goya, Picasso, Sorolla, Käthe Kolwitz, Diego Rivera, Van Gogh, Antonio López..., y darte un respiro con músicos como Robe, Sabina, Dylan, Cohen, Battiato, Nacha Pop, El Último de la Fila...

Que cada uno se agarre a lo que pueda o le dejen, porque el baile no ha hecho nada más que comenzar.