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Revueltas desde Catalunya hasta Hong Kong: un alejamiento entre lo político y lo social

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Durante los últimos días hemos sido testigos de múltiples revueltas que han llenado páginas de periódicos: encarcelamientos en Catalunyatoque de queda en Chile por la subida del metro, movilizaciones indígenas en Ecuador, huelgas de Hong Kong... Hechos que aparentemente no guardan ninguna relación, pero cuya base se puede analizar bajo una lente común sin aludir a otros hechos como la guerra comercial internacional o la crisis financiera de la que no salimos. Ese análisis supondría un círculo sin fin de indignación y enfrentamiento.

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¿Qué hay detrás de eventos tan dispares, a tanta distancia? Un alejamiento entre lo político y lo social. Mientras un presidente o un ministro legisla una ley, la ciudadanía cada vez entiende menos el sentido o los intereses de esta. Miles de acontecimientos podrían ser causa de esto, pero no podemos simplificar: el descontento, la crisis, el modelo neoliberal, la precarización son parte del distanciamiento de lo político con sus ciudadanos. 

Se olvidó que un político representa la ciudadanía, que es el altavoz de lo que las personas desean. Sin juzgar, sin reclamar. El político se convirtió en empresario (en Catalunya, en Chile, en Hong Kong) teniendo más que ganar que perder; más imagen que mantener que arriesgar. ¿Lo ven? El lenguaje político actual es un lenguaje económico individualista, ni tan siquiera social.

Ese es el foco del asunto: las soluciones no vienen en lenguaje económico (menos individual del político). Debemos salir de la lógica del beneficio, lo rentable o el riesgo. Debemos recuperar lo común, lo colaborativo, lo nuestro. Mientras esto no se haga, la solución nos la seguirán dando desde el plano económico: un cheque para elegir escuelas, privatizar la sanidad para ganar competitividad, incentivar planes de pensiones...

Difícil, no. Complejo, probablemente. Pero nadie dijo que las mejoras sociales se hayan conseguido sin complejidades, tensiones y atendiendo a las opiniones y experiencias de todos. Ese es el desafío.

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