"Hay políticos que dan la cara y otros políticos que no la dan"

Cuando, forzado por la CUP, Mas dio un paso al lado y Puigdemont fue nombrado President de la Generalitat de Catalunya, siempre tuve la sensación de que no fue una decisión acertada. Ahora, después de escuchar a Puigdemont diciendo que, en su día, su huida al extranjero para no ir a la cárcel fue un acto político y que también es un acto político su retorno el día 26 de agosto a Barcelona, lo primero que viene a mi mente es la imagen de un grupo de catalanes entrando en la cárcel. Catalanes con la misma profesión de Puigdemont, o sea, políticos que decidieron, políticamente, no huir y dar la cara.

Los actos de los seres humanos se pueden calificar de diversas y muy distintas maneras, pero los adjetivos jamás podrán cambiar su verdadero significado. Puigdemont decidió no dar la cara, simplemente, porque no le apetecía ir a la cárcel, es así de simple. Una decisión arriesgada, cobarde, ilícita, genial, política…, usen el adjetivo que quieran, pero su verdadero significado fue el no acatar lo establecido por ley.

Respecto a su regreso a Barcelona el día 26 de este mes pasa lo mismo, es una decisión extraña, bisoña, inspirada, temerosa, política…, usen el calificativo que anhelen, pero su verdadero objetivo solo es uno: que lo arresten y que su amigo Josep Rull suspenda el nombramiento de Illa como President. La manera de adjetivar las decisiones de los políticos es lo de menos, lo que de verdad importa son sus significados.