"Barcelona debe actualizar la tradición de los Tres Tombs para que refleje los valores éticos del momento"

Imaginemos una versión renovada de los Tres Tombs que mantenga la alegría y el espíritu comunitario pero que también respete y proteja a los animales. En lugar de caballos reales, podríamos ver carrozas artísticas o figuras simbólicas que representen la conexión entre el ser humano y la naturaleza como ya defendieron entidades animalistas como ADDA, FAADA y muchas otras.

Es desconcertante que, en 2025, en una ciudad que se proclama amiga de los animales, se sigan utilizando argumentos obsoletos para justificar su explotación. La amenaza velada de "enviar caballos al matadero si no participan en el evento" es moralmente inconsistente y potencialmente ilegal.

En su rotativo, el presidente de los Tres Tombs ha sacado de la chistera un viejo truco de los que maltratan, pero quieren hacerse pasar por salvadores, como en el caso de los taurinos, que dicen que el fin de la tauromaquia implicaría la extinción del toro de lidia -usado en la lidia, no de lidia-.

El señor que sugiere recoger las basuras del centro de la ciudad en carros traccionados a sangre ha dicho: "Si se prohibiera salir a los 600 caballos que participan en los Tres Tombs, muchos irían al matadero", no es cierto y si lo fuera merecería ser investigado judicialmente. En lugar de delinquir o abusar, celebremos la tradición de San Antonio Abad de una manera que verdaderamente honre su espíritu de amor y respeto por todos los seres sintientes.

Con creatividad y compasión podemos preservar la esencia de la fiesta sin comprometer el bienestar animal. Es hora de que Barcelona demuestre su compromiso real con los animales y actualice esta tradición para reflejar los valores éticos del siglo XXI.