"Sant Jordi es un día para recordar a mi madre y el amor que me inculcó por la literatura"

Hace tres años, el día de San Jordi, en EL PERIÓDICO me publicaron una carta y me puse contento porque trataba de cultura en catalán o en castellano justo el día de Sant Jordi. Después de leerla, llamé a mi madre, como cada día. No me contestó al teléfono, ya nunca más lo hizo. Falleció esa madrugada.

Recuerdo que cuando yo era un adolescente, mientras ella cocinaba yo me sentaba en una silla y le leía novelas que pensaba que le gustarían. También está en mi memoria el esfuerzo que hizo para que yo acabase una colección de libros sobre las mejores novelas universales.

Mi madre, una niña en la guerra, una mujer en la posguerra, con muy pocos estudios, pues tuvo que ponerse a trabajar muy temprano, siempre se preocupó de que sus hijos tuvieran una buena base cultural.

Sant Jordi es un día triste para mí, pero también está lleno de muchos sentimientos de amor hacia mi madre y de amor por la literatura que ella, en su humildad, me hizo amar.