"Invertir en salud mental debería ser una prioridad"

Me gustaría hablar de la salud mental, la gran olvidada de la salud pública. Primero de todo, comentar que las visitas ambulatorias de psiquiatría son cada tres meses. Y lo más preocupante y alarmante son las consultas con psicología, que suelen ser cada tres o cuatro meses, y cada sesión dura unos 20 minutos. ¿De verdad creen que 20 minutos son suficientes para explicar toda la mochila que uno lleva dentro?

Muchos psiquiatras recomiendan acudir a un psicólogo por vía privada, ya que ellos mismos reconocen que recibir terapia cada dos meses es inadmisible. El problema es que en el ámbito privado una sesión ronda aproximadamente los 60 euros. Al final, lo que es más efectivo en las enfermedades mentales es la terapia psicológica, ya que el psiquiatra se centra en el ajuste de la medicación.

Se tiene que reforzar este ámbito, porque mucha gente no dispone de recursos económicos para acceder a una atención psicológica continuada. Invertir en salud mental no es un gasto, es una inversión directa en bienestar, prevención y calidad de vida, tanto a nivel individual como colectivo. La salud mental no puede seguir tratándose como un complemento ni como un lujo.

Necesita recursos, profesionales suficientes y tiempo de calidad para escuchar y acompañar. Cuidar la salud mental es cuidar a las personas. Y eso debería ser una prioridad real en la sanidad pública, no solo un discurso.