Nos pasamos de analistas

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Cuando entramos en tiempos electorales, todos adoptamos un espíritu crítico digo de admirar, siendo capaces incluso de ver ochocientas entrevistas a candidatos sólo con un único objetivo, estar al día de lo que pasa en el país. Y este hecho me gusta, el pueblo tenemos que estar al corriente de lo que hacen nuestros representantes y además nos corresponde la tarea de aprobar o suspender a los que van a acabar decidiendo por nosotros.

El problema es que este sentido crítico lo mantenemos sólo en fechas clave y una vez esta todo decidido nos olvidamos y seguimos con nuestras vidas confiados de que lo que se vaya a hacer a partir de ese momento va a ser positivo para nosotros. Lógicamente, se mantiene una gran parte de gente que muestra interés por la política y por las decisiones y noticia del día a día.

De hecho lo que más me atormenta de todo esto es cuando sacamos el Risto Mejide que llevamos dentro y nos metemos a valorar hechos y situaciones queriendo ir mucho más allá, incluso incluyendo supuestos y falsas interpretaciones. No culpo a cierta gente de no tener nociones muy avanzadas sobre la política, pero lo que no podemos hacer es usar las redes y aprovechar la más mínima cosa para incendiar perfiles y desmontar así la imagen de alguien.

Por defecto somos incendiarios, a algunos no nos gusta el futbol, pues cuando hay follón, nos metemos, a otros no les interesan ciertos programas de televisión, pero cuando hay posibilidad atacan, y con la política pasa lo mismo, lo metemos en el saco de posibles temas dónde podernos agarrar y liarla buena en las redes.

Toda esta reflexión introduce mi tema de hoy y que es el siguiente. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, visitó el sábado el programa 'La Sexta noche' y en una rueda de preguntas de los ciudadanos, tuvo ocasión de preguntarle Andrés, un joven con síndrome de Down, que formuló una pregunta y al acabar Pedro Sánchez pidió un aplauso porqué lo había hecho muy correctamente.

En mi caso, y me da igual decirlo, no soy votante de los socialistas, pero creo que lo que se desencadenó en las redes fue totalmente innecesario, acusando a Sánchez de ser un populista e incluso de ser un estúpido por tratar con diferencia a este chico con síndrome de Down.

Es cierto que cuando lo vi des de fuera pensé, se ha pasado. Pero luego lo pensé y creo que a mí también me podría haber pasado lo mismo. Considero mucho más demagogo hacernos creer entre nosotros que estamos acostumbrados a convivir con gente que precisan una atención especial, gente con síndromes, ciudadanos con ceguera… Quizás soy el único, pero en ocasiones me compadezco y siento que cuando voy por la calle debo de ayudarles, cuando en verdad ellos tienen un dominio de las situaciones superiores a lo que nosotros nos creemos.

No entiendo la necesidad de querer aparentar que todos somos conscientes de que todos somos iguales y hacernos creer que convivimos como si nada con estas situaciones. Oye perdona, baja de la nube y toca de pies en el suelo. Tenemos mucho desconocimiento sobre muchos de estos temas y tenemos que aceptarlo, sin más.

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Con todo esto quiero decir que tachar a Pedro Sánchez de oportunista me parece sobradamente demagogo. Los nervios o la situación en si pudieron ser detonantes de ello. Es más, ¿por qué destacamos que aplaudiera la pregunta de Andrés y si lo hubiera hecho de otro espectador no lo hubiésemos destacado?

Está bien que seamos críticos y defendamos nuestros ideales, pero hay que ser realistas ante todo. Juguemos limpio y no nos perdamos por las ramas con cosas que se mal interpretan des del primer momento, todos somos personas.