"El VAR no es perfecto: descontextualiza hechos concreto y lleva al equívoco"

El VAR, el vídeoarbitraje, nació para ayudar al árbitro y, en ciertos casos, está logrando lo contrario. El VAR funciona bien analizando temas posicionales y detecta con precisión los fuera de juego. No obstante, el tema se complica cuando analiza los contactos entre jugadores en el área pequeña. El árbitro, en estas difíciles incidencias está muy atento, es conocedor del contexto general y percibe a la perfección la intención de aquel defensa, por eso, normalmente no pide ayuda al VAR.

Sin embargo, muchas veces, al recibir la recomendación de los asistentes, este claudica y el VAR actúa. Es entonces cuando al juntarse las imágenes de un pequeño contacto entre defensa y delantero y las gesticulaciones teatrales de este último en el suelo, el árbitro toma la decisión de pitar penalti. El VAR saca a la perfección imágenes de hechos puntuales pero, al descontextualizarlos, nos lleva al equívoco. Marcelo y muchos otros jugadores del Real Madrid saben muy bien lo que estoy diciendo.