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Primeras náuseas, contracciones falsas y baby blues: así es el embarazo semana a semana

Náuseas, insomnio, contracciones que no sabes si son las de verdad y un cóctel emocional imposible de explicar. El embarazo no viene con manual, pero hay algo que ayuda: Quirónsalud ha puesto en marcha Escuela de Familias, un espacio web orientado al embarazo y a todas las etapas de la crianza de los niños (desde el nacimiento hasta la adolescencia).

A lo largo del embarazo no faltan las dudas. Algunas aparecen desde el primer test positivo; otras llegan por sorpresa, cuando creías tenerlo todo bajo control. ¿Es normal lo que siento? ¿Cuándo debería preocuparme? ¿Qué puedo hacer para encontrarme mejor? Trimestre a trimestre, estos son los síntomas más frecuentes… y las señales a las que conviene prestar atención.

Síntomas del primer trimestre

Para entender qué ocurre en las primeras semanas, hablamos con la Dra. María José Jaén Zamora, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José que nos explica por qué aparecen los primeros síntomas, qué significan realmente… y cómo sobrellevarlos sin alarmas.

Antes de nada, es básico saber que sentir cambios es absolutamente normal. Es el momento de experimentar cansancio, náuseas, estreñimiento, fatiga o cambios de humor, pero es absolutamente habitual. Explica la doctora que “los cambios se producen por causas hormonales, normalmente por la progesterona, que está más elevada”, aunque también pueden incidir otras hormonas.


¿Y los consejos? Para las náuseas, que “aparecen entre las primeras 4 y 9 semanas”, se recomienda “comer cada pocas horas, evitando alimentos muy pesados, como frituras y manteniendo la hidratación”, siendo alimentos más recomendables lácteos y frutas. El momento de preocuparse es cuando las náuseas se convierten en vómitos, sin cesar durante 24 horas, ya que ahí se “debe acudir a urgencias o contactar con el ginecólogo”, por si es necesario algún tratamiento.

Para evitar el cansancio, se recomiendan “rutinas de ejercicio y mini siestas, además de intentar dormir bien por las noches”, y en relación a los cambios de humor es aconsejable “hablar con las personas que tenemos cerca, explicarles cómo nos sentimos, para que puedan apoyarnos y arroparnos” indica la Dra. Jaén.

Síntomas del segundo trimestre

Las claves para entender los síntomas que pueden aparecer en esta fase, así como el tener claro en qué situaciones debe consultarse al especialista, son dadas por el doctor Jonathan Sánchez Oliver, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Toledo.

El Dr. Sánchez revela que hay muchos falsos mitos relacionados con el segundo trimestre, “como que desaparecen los síntomas, lo que es falso”, y es que algunos sí pueden hacerlo, como las náuseas o el cansancio, pero aparecen otros “como el dolor lumbar o el ardor después de comer”.


Por otro lado, es cierto que puede empezar a notarse el movimiento del bebé, “de manera sutil, a partir de las 18 semanas”, mientras que “en torno a las 22/23 semanas puede notarse claramente”. Es importante recordar la necesidad de los controles prenatales en esta fase, ya que hay momentos clave como “la ecografía de las 20 semanas o la analítica para ver la diabetes”.

Por último, la hinchazón durante el embarazo es normal, sobre todo en pies y manos, pero si no remite con duchas frías o elevación de los pies, “es necesario acudir a consulta, siempre manteniendo la calma”, siendo fundamental “escuchar al cuerpo y acudir a los controles”, para poder pasar la etapa de forma segura y tranquila.

Síntomas del tercer trimestre

Stephany Mieles Martínez, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Sur, explica que en esta fase los síntomas suelen acentuarse, siendo la fatiga uno de los más habituales. Esto se debe, en gran parte, “al peso del bebé, la retención de líquidos y los cambios hormonales”, factores que hacen que el cansancio se intensifique. Por eso, insiste en la importancia de “escuchar al cuerpo” y detectar cuándo es necesario acudir al médico.

¿Es posible tener contracciones antes del parto? “Sí, las famosas Braxton Hicks, explica la Dra. Mieles Martínez, indicando que “son una especie de entrenamiento del útero, de cara a prepararse para el momento del parto”, pero que suelen ser irregulares y menos dolorosas.

Durante el tercer trimestre es normal que falte el aire, ya que “el útero crece y comprime los pulmones”, por lo que suelen ser falsas alarmas las preocupaciones relacionadas con ese síntoma, aunque es necesario acudir a un especialista si se suman otros síntomas como “mareo o dolor en el pecho”. Por otro lado, hay que recordar que el cuerpo se está preparando para el parto, por lo que es normal “tener más flujo, mayor presión a nivel de la pelvis o más ganas de ir al baño”.

Embarazo y ejercicio

Para este apartado contamos con la Dra. Claudia Sánchez- Arévalo, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, que explica las verdades y mentiras relacionadas con el deporte durante el embarazo. También ofrece consejos para practicar ejercicios que resulten seguros tanto para la madre como para el bebé.

“Si has escuchado que durante el embarazo el ejercicio puede provocar contracciones intensas, has oído un mito”, aclara la Dra. Sánchez-Arévalo. Además, aunque no se haya realizado deporte antes, se puede comenzar durante el embarazo, “con ejercicios de intensidad moderada, como bici estática o incluso bailes adaptados”. Incluso pueden realizarse ejercicios de fuerza, pero “con un máximo de 5 kg y evitando el impacto y la colisión”.

Otro mito es la recomendación de hacer solamente ejercicio un día a la semana, ya que se “recomienda hacer 150 minutos a la semana, repartidos en diferentes días, siendo aconsejable tres”. También es falsa la necesidad de dejar de hacer ejercicio durante el tercer trimestre, ya que “aumenta la resistencia y la preparación para el parto”, ayudando a nuestro cuerpo en un momento tan decisivo.


Depresión posparto

Después del parto, resulta habitual, con la baja de hormonas, que aparezca una sensación de cierta tristeza o ambivalencia emocional. Para conocer las diferencias entre el baby blues y la depresión posparto, contamos con las declaraciones de la Dra. Judit Jaramago, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Barcelona.

La Dra. Jaramago aclara que el baby blues, que puede confundirse con una depresión, es “un período acotado, que suele durar una o dos semanas”, pero que permite seguir con el día a día, “mientras hacemos los cambios necesarios, que implica el haber tenido el bebé”, sin descuidar los cuidados de este.

Por su parte, la depresión posparto “no está acotada a un período de tiempo y va a implicar que la madre pueda dejar de atender las necesidades del bebé o las suyas propias, con sensación de no querer salir de casa, de no ir al especialista”. En este sentido, es muy importante la “divulgación y la visibilización”, ya que se trata de una dolencia que puede afectar al “10 % de las mujeres”. Siempre ayuda un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, recordando que en ocasiones quienes pueden ver que algo no va bien son “los familiares y las parejas”.

Alimentos para embarazadas

La última parte de consejos para el embarazo cuenta con la participación de la Dra. Juana Aranda, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Málaga, que ofrece recomendaciones sobre alimentación, al mismo tiempo que explica cómo combatir el toxoplasma y la listeria, dos infecciones que pueden surgir en el proceso.

La Dra. Aranda insiste en la necesidad de cinco comidas al día, además de ser fundamental “una hidratación abundante, con al menos 2 litros diarios”, lo que equivale a ocho vasos. Fundamental: “nada de alcohol, además de evitar la exposición al café o al té en exceso, al ser sustancias estimulantes que pueden afectar al feto”.


En alimentos se recomienda optar por “frutas y vegetales”, aprovechando que son ricos en fibra, vitaminas, minerales y ayudan a prevenir el estreñimiento, siendo aconsejable basar la dieta en “cereales integrales ricos en vitamina B y oligoelementos”.

La Dra. Aranda explica cómo combatir el toxoplasma: “congelar la carne y el pescado al menos 24/48 horas, a -24 grados”. Por otro lado, para combatir la listeria, lo mejor es “cocinar los alimentos a altas temperaturas, al menos 50 grados”. Por último, es mejor evitar los quesos elaborados con leche cruda, apostando, en su lugar, por “quesos con leche pasteurizada”.

Cada embarazo es distinto, pero hay algo que no cambia: la necesidad de información clara, apoyo profesional y tranquilidad. Por eso, ginecólogos de Quirónsalud comparten aquí su experiencia para ayudarte a entender qué es normal, cuándo conviene consultar y cómo cuidarte en cada etapa. Porque cuando sabes lo que te está pasando, todo, hasta lo inesperado, se vive con más confianza.