Valtònyc y Willy Toledo, artistillas de medio pelo a los que se da alas

Leo el último artículo de Emma Riverola sobre Willy Toledo en EL PERIÓDICO y no puedo estar más de acuerdo con sus argumentos y todo lo que expone.

Estamos de acuerdo en que en una democracia no se puede meter en la cárcel por ofensas a una fe religiosa, o por simples palabras, aunque sean ofensivas. Para eso se multa como se ha hecho con Herman Tersch sobre sus declaraciones sobre el abuelo de Pablo Iglesias. 

Ahora bien, y dicho todo esto, yo personalmente tengo que regañar a nuestra justicia y Código Penal, que por este tipo de sentencias tengamos que soportar que artistillas de medio pelo como Valtónyc o el mismo Willy Toledo sean reivindicados como grandes artistas, como de referencia artística y de lucha por las libertades.

Todo un insulto para los que somos amantes del arte y la calidad.

Un tipo como Toledo, que no hace más que decir que España es una dictadura, para, acto seguido reivindicar como democracia plena la dictadura castrista de Cuba...un actor para mi gusto de medio pelo, que con todo este jaleo se va a reivindicar (y espérate tú que no le den un Goya honorífico el próximo año).

Si tan valiente es, ¿por qué no se mete también con otras religiones y otros dioses? Meterse con la Iglesia católica da puntos de cara a hacerse ver como progre.

Y no digamos de Valtònyc, un energúmeno que sale en pleno escenario animando a reventar cabezas de guardias civiles. Estoy de acuerdo en que no debería haber sido condenado a prisión por esto, ni por insultar a la Casa Real.

Pero de ahí a reivindicarse él mismo y muchos que le defienden, como un gran artista, defensor de los derechos humanos, va un trecho.

A Valtònyc le digo lo mismo que a Toledo. Ahora que está en Bélgica, ¿se meterá allí también con la Casa Real de aquel país? ¿Animará a reventar la cabeza de un gendarme belga?

En fin, esa es mi queja formal a nuestra justicia, que dejen de ser tan implacables con unos tipos a los que se les da alas, y que no dejan de ser unos patanes como pretendidos artistas.