"Uno para todos, todos contra uno"

Pedro Sánchez sabe que somos pasionales y que vivimos con tanta intensidad el presente que el pasado y el futuro pierden interés. Sabe que la cuantía de sus votos no depende de la calidad de sus acciones sino de la cuantía de sus reacciones, que si hoy aborrecemos sus amaños y pésames mañana habremos olvidado las ofensas si estas se compensan con honores a fin de mes, que es lo mismo que avalar que "el fin justifica los medios". 

Dudo de la catadura moral de esta forma de trabajar, pero reconozco su efectividad. Es una forma de defender la conciencia del ciudadano para lograr resultados para todos, lo cual es una forma de justificar su sueldo, al poder luchar en igualdad y repartirse los beneficios, lo cual es una forma de disfrutar todos del botín teniendo solo esos remordimientos el presidente, algo a lo que el pueblo puede acostumbrarse. Él puede hacer de su país el país al que todos se arriman pero del que todos desconfían y que pase a la historia como grande y libre pero del que sus ciudadanos no quieran saber de su memoria histórica nada más que como resetearla antes de que los niños aprendan informática.

No comparto sus medios porque quizá, no soy presidente; no comparto sus canas por que quizá, no soy presidente; comparto sus fines como presidente por que me beneficio de ellos como ciudadano; empatizo con sus problemas y responsabilidades por que antes que ciudadano soy humano y hace siglos un hombre sabio dijo que también era usted mi hermano; pero, tampoco se flipe don Pedro, por que si no llego holgado a fin de mes rápido lo bajo de hermano a condenado.