"Universitarios más preocupados por entregar que por aprender"

El otro día leí en Twitter a una chica que decía que en la Universidad estamos más preocupados por entregar que por aprender, y sinceramente, vi reflejada mi realidad y la de muchos estudiantes (aunque me atrevería a decir que la de casi todos). Esta es una sensación que tengo desde hace mucho tiempo pero ahora con las clases online se ha acentuado.

Nuestra rutina se ve alterada y consecuentemente nuestro rendimiento disminuye, pero el ritmo de las clases no afloja y los trabajos, las prácticas y los exámenes siguen ahí. Esto es de las pocas cosas que la pandemia no ha cambiado, pero al menos antes (en la cada vez más añorada antigua normalidad) el hecho de ir presencialmente a la facultad hacía que nuestra mente estuviera más despierta y que las clases fueran algo más amenas y podíamos asimilar el contenido de la asignaturas con mayor facilidad. Ahora no tenemos tiempo para despejarnos, ni salir de casa para ir a clase. Toda nuestra jornada lectiva sucede en la misma habitación de 10 metros cuadrados y frente al mismo ordenador. Esto día tras día acaba desgastando. Además, no hay que olvidar las circunstancias personales de cada estudiante, la situación en su casa, su trabajo y su vida personal.

Pese a ser conscientes de que la vida sigue y que ya se ha visto suficientemente alterada por el virus, no tenemos que olvidar que la situación actual no entra dentro de la normalidad. El hecho de querer seguir adelante a toda costa sin que el covid nos afecte a veces nos lleva a tomar decisiones erróneas. No podemos hacer ver que seguimos con nuestras vidas como si nada cuando la pandemia ha cambiado radicalmente el día a día de los estudiantes y de muchas más personas.