"Tener un trabajo ya no garantiza salir de la pobreza"

En España hay muchísimas personas con salarios por debajo del umbral de la pobreza, lo que lleva a una pobreza laboral, desigualdad y a una devaluación salarial.

Algo que es fruto de los efectos de la grave crisis económica y la recesión que durante años ha atravesado el país, así como de las consecuencias que las políticas de austeridad y las reformas estructurales han tenido para los trabajadores.

Tener un trabajo ya no garantiza salir de la pobreza ni es suficiente para asegurar la inclusión social.

Aunque resulte difícil de aceptar, en España hay casi un millón y medio de trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena que tienen una retribución anual de menos de 5.000 euros que, distribuidos en 12 nóminas mensuales y dos pagas extras, equivale a una nómina mensual de 355 euros brutos.

Además, casi cinco millones de asalariados, el 30% del total, tienen una nómina mensual que no alcanza los 950 euros brutos; es decir, una de cada tres personas asalariadas no llega a ser mileurista.

Me gustaría recordar que entre las razones de la pobreza y la desigualdad están los contratos a tiempo parcial y de muy corta duración y los bajos salarios, una apuesta de las élites económico-financieras para salir de la crisis con un modelo productivo basado en la devaluación competitiva de los salarios y la reducción de derechos laborales.

La lucha contra la pobreza a través del reparto de la riqueza debe ser una prioridad para la sociedad, para los gobiernos locales, autonómicos y nacional y para los sindicatos.

Por ello hay que defender que la revalorización de los salarios debe tener como umbral mínimo la inflación y abrirse a la situación concreta de las empresas y los sectores, participando en el reparto de las mejoras de la productividad de las empresas y acabando con la devaluación salarial que se ha aplicado durante los años de mayor profundidad de la crisis.