Rebajar la presión judicial para negociar

Dice el Rey: “cualquier ciudadano puede defender sus ideas y opiniones pero sin imponerlas”. Me pregunto, quién ha impuesto qué. Ha tenido lugar un referéndum que hace muchos años se ha reclamado, siempre pacíficamente, pero que nunca se ha permitido. Y su resultado positivo a la independencia se ha suspendido a la espera de poder algún día negociar con el Gobierno.

Mientras, la inusual intimidación realizada sobre los jueces con acusaciones directas de la Guardia Civil, calificadas de rebelión y sedición por la Fiscalía, y con el beneplácito del Gobierno del PP y de su entorno político i mediático, ha conseguido que estos las acepten y hayan decretado prisiones preventivas exageradas. Si esta presión judicial se mantiene y Junqueras no puede salir de la cárcel y Puigdemont no puede entrar en España sin ser detenido, el nuevo Gobierno nacido de las urnas el 21-D no podrá materializarse.

Me pregunto si esto es, como dice el Rey “asegurar la libertad, igualdad, justicia y pluralismo político”. El Rey, si quiere, puede contribuir a rebajar la presión judicial para que el nuevo Gobierno catalán comience a trabajar dentro de la Constitución, pero con la garantía de poder ser escuchado en sus lógicas peticiones de mayores competencias y financiación.