Nuestra pérdida de la democracia

Todo empezó como un mal sueño para los jóvenes de toda España, y no nos mintamos, sigue siendo un mal sueño -soy una joven catalana nacida en Barcelona en el año 1992 en pleno boom.

Lo recordaran por el magnífico concierto de Freddie Mercury con Montserrat Caballé, aunque por desgracia suena tan lejano que la gente parece no recordarlo. Después de los buenos momentos llagaron las penurias, faltó el trabajo, bajaron los sueldos y las pensiones, las personas dejaron de hablar para discutir, poco a poco nos volvimos a sentir alejados.

Se cerraban hospitales, se destinaba menos dinero a educación y menos a investigadores. Los jóvenes nos rebelamos, ¿qué íbamos a hacer si no? ¿Callarnos? ¿Aceptar que todo estaba perdido? No queremos un país con sueldos ridículos, no queremos pensiones mediocres, no queremos que las empresas puedan especular y jugar como quieran con nosotros. No aceptamos que se cierren hospitales, que se recorte en educación y se infravalore la investigación.

A mí personalmente me han enseñado que si quiero algo tengo que luchar por ello. Y que si tengo una idea la comparto y dialogo. Se ha perdido la democracia, y la hemos perdido todos.