La nobleza e integridad moral de Junqueras en el juicio al 'procés'

En cualquier juicio, el relatado de la acusación se contrapone al de la defensa. Por eso las vistas tienen que ser un debate contradictorio y sin limitaciones. No obstante, todo lo que no venga ratificado por los hechos o testimonios imparciales de terceros no será válido. En el juicio contra los secesionistas catalanes, las declaraciones de Junqueras y Forn ya han dado un par de pistas del cómo se desarrollarán los acontecimientos.

La prosaica intervención de Forn contrastó con la de Junqueras, mucho más erudita. El de ERC habló de paz y amor, y Forn explicó que, en los escritos de la acusación, los hechos quedan expuestos de manera torticera. Dos maneras muy distintas de iniciar su defensa pero con una cosa en común: los dos aseguran que no hubo violencia alguna.

Yo, con cierta experiencia en los juzgados, creo que el camino elegido por Forn (el de tan sólo hablar de los hechos) puede ser el más favorable. No obstante, el discurso de Junqueras me impresionó. Lo escuché boquiabierto ya que,  a muchos, nos ha devuelto la fe en la política. Es de justicia reconocer que la nobleza y la integridad moral del líder de ERC ha sido excepcional; preparado para afrontar su responsabilidad sin una sola palabra de reprimenda hacia sus inquisidores ha sido un ejemplo de dignidad.