Mundo árabe, es más lo que nos une

Como aficionado a la historia, estos días estoy leyendo al escritor y gran conocedor del mundo árabe Juan Goytisolo (Barcelona 1931 – Marrakech, 2017), que aseguró: “Hay varios temas tabúes en el canon nacional católico: Ocultar que la literatura catalana, y castellana, fue mudéjar en su origen…escritas en lenguas neorrománticas; pero con una fuerte influencia oriental. Hubo un arte mudéjar, que todos conocen. También una literatura mudéjar y una sociedad mudéjar.Se admiten todas las influencias: griegas, romanas, visigodas… Pero, la árabe sigue siendo tabú".

Llego a una librería para comprar 'Atraco a la memoria' de Julio Anguita, en el momento que empieza el acto de plaza de Catalunya contra el terrorismo convocado por la comunidad musulmana.

La portavoz de la Fundación Ibn Battuta, Miriam Habbi, leyó en perfecto catalán un comunicado: "La comunidad musulmana rechaza y condena los actos terroristas de Barcelona y Cambrils. Condolencia a familiares, y amigos de las víctimas. Y un pronto restablecimiento a los heridos. Los actos terroristas no tienen nada que ver con el Islam y la religión musulmana". Pero tenemos un verdadero problema que no debemos esconder, cuando un joven que ha nacido o ha llegado de pequeño a Catalunya y se rebela contra su país.

Najat El Hachmi, en su artículo en EL PERIÓDICO, escribe: ¿Cuándo empezaremos un debate más profundo sobre los peligros de esta ideología totalitaria? ¿Saben nuestros jóvenes dónde acaba el islam y dónde empieza el fundamentalismo? ¿Saben algo de historia de su religión? ¿Podemos poner sobre la mesa estos temas sin que reaccionen a la defensiva y nos acusen de islamofóbia?