Menos 'likes' y más amor: la receta para querernos bien

Hace años yo me enamoraba con cartas. Con palabras. Con visitas inesperadas. Con actos. Con la mirada y las manos. Ahora ¿quién puede decir eso si hemos perdido la comunicación con el resto? 

Parece curioso pero las redes sociales se crearon para estar más conectados con las personas y sinceramente lo único que hacen es separarnos cada vez más.

Ahora nos escribimos a través de una pantalla sin tener a la persona en frente nuestro, como un acto de cobardía, no sea que nos rechacen, algo que el ser humano nunca ha llevado nada bien.

Las redes sociales para muchos nos hacen el trabajo sucio cuando años atrás era imprescindible y hasta bonito. Ahora las palabras y los actos se reducen a si está en línea o no, o si te ha contestado al momento, sí, entonces le interesas. 

A que las visitas se cuenten con los likes que tenemos (sin contar aquellas personas que entran silenciosamente en nuestro espacio y se van) y a que tu reputación, tu verdadero currículum, sea las fotos que publicas en vez de mostrar quién eres realmente.

¿Es así como le demostramos a alguien que nos interesa/nos gusta? ¡Con apretar un simple icono y hecho! Pues así nos va, con relaciones que duran menos que un telediario o matrimonios en pleno papeleo de divorcio.

Desconectemos de esto y volvamos a valorar lo que realmente somos, conozcámonos de verdad. Y, sobre todo, querámonos bien.