La conducción alocada y temeraria de los taxistas de Barcelona

Entre los habitantes de Barcelona se suelen escuchar diferentes quejas hacia la conducción alocada y temeraria de los taxistas de su ciudad. Tanto si eres peatón ­–estaba cruzando el paso de peatones y el taxista me rodeó para no tener que frenar– como si eres conductor –el taxi se ha incorporado en mi carril sin indicar la maniobra por lo que he tenido que frenar de golpe y casi provoco un efecto domino– estás expuesto a situaciones y escenas similares casi cada día.

El pasado mes de mayo fui víctima de un accidente de tráfico con un taxi: me pasó una de las ruedas por encima de la pierna estando, ambos, parados en un semáforo en rojo. Su respuesta fue darse a la fuga dejándome sola en la moto, sin testigos, con 20 años y con una pierna que ni sentía. Por suerte, no sufrí ningún problema grave, siempre y cuando se pueda decir que tener fobia a los taxis no es un problema, ya que es algo común en los ciudadanos de Barcelona.