Los satélites nos tienen rodeados

Pocas personas saben que Space X, la empresa de Elon Musk, va a rodear nuestro querido Planeta Tierra de satélites para mejorar las comunicaciones con la 5G.  Estos satélites se autodestruirán cuando lleguen al final de sus vidas, dejando una masa de partículas chamuscadas en esa órbita a 550 kilómetros de la Tierra. Los astrónomos ya se han quejado porque son un incordio para observar el universo. La empresa lo intentó solucionar con paneles opacos en la base,  pero siguen con su plan.

El interés económico de la 5G es mayor que el disfrute de las estrellas y que el conocimiento del universo, un universo que no vemos con tanta polución lumínica. ¿A quién le importa el universo? Ya está en los libros y en fotos se ve mucho mejor, en colores y con explicaciones. Nosotros queremos ver películas en 'streaming' y que nos opere a corazón abierto un médico desde Australia. Ellos quieren ganar dinero. ¡Vamos a llenar el espacio de basura! Quizá con el tiempo, cuando nuestra vista haya mermado por tanta luz artificial de las pantallas, esa basura orbitante pueda ser iluminada y reflejar una constelación artificial. Y diremos, ¡qué bonito!