Liceu: Entradas perdidas por defunción

Recientemente me ha pasado una cosa inverosímil. El pasado febrero, unos buenos amigos nos regalaron a mi marido y a mi entradas para el Liceu. Estábamos muy ilusionados esperando que llegara el día, ya que nunca habíamos asistido a una opera. La Opera era Attila V.C y las entradas eran para el pasado 6 de abril. Hasta ahí, todo perfecto. El miércoles por la noche, la madre de mi marido entró en estado crítico. Viendo que su estado empeoraba por momentos, el jueves a primera hora de la mañana me puse en contacto con el Liceu, a través de un teléfono que encontré en la reserva de las localidades. Ahí me facilitaron un correo y me dijeron que expusiera el problema. Así lo hice. Lo cierto es que me contestaron enseguida pero, sorprendentemente, me dijeron que cualquier cambio solo podía hacerse con 48 horas de antelación.

La noche del jueves mi suegra falleció, volví a ponerme en contacto con ellos enviando un justificante que me proporcionaron en el tanatorio. Volvieron a contestarme con igual rapidez. Muy amablemente me daban sus condolencias, pero volvían a repetirme que solo podían hacerse los cambios con 48 horas de antelación. Pueden imaginar mi sorpresa ante su negativa a cambiar las localidades para otro día, ¿cómo podía avisarles con 48 horas de antelación sobre el fallecimiento de la madre de mi marido? 

Voví a enviarles un correo diciéndoles lo absurdo de su actitud y su falta de empatía ante un caso de fuerza mayor, les insté a rectificar sobre mi petición de cambio de las localidades advirtiéndoles de que me vería obligada a interponer una reclamación formal ante el organismo competente y a dar a conocer el caso en los medios de comunicación y las redes sociales. Ya no he obtenido ninguna respuesta.