Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

De héroes y villanos

En Barcelona la lluvia llegó tarde. Una semana después que en el resto de la península. Pero los días tienen sentimientos y por fin el agua regó el huerto de la dignidad. Se llevó esa borra huérfana que vagaba perdida, daba pena verla envuelta entre ráfagas de aire, con un duelo a cuestas demasiado grande que no cabía en el corazón de sus calles ni en la soledad de la ausencia.

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

Creo que lo lleva difícil quien piense que la única educación efectiva se da en la escuela, pues va a ser muy complicado encontrar una sola asignatura que sostenga la convivencia. Mientras tanto, otros colegios nos enseñan, con sus comportamientos, su particular visión de la alteridad, ese fundamento del bien común que nos urge a empatizar con la vida de las demás: Algunos sermones naufragan, peligrosos, dejándonos a merced de serias conjeturas cuando evocan guerras santas. Ciertos políticos persisten en adoctrinarnos con un rumor de fondo que cultiva con amarga certeza el culto al dinero ajeno. La publicidad y otras prensas plantan rúbricas obscenas con esa epidemia estética de buenos pretextos que hace aumentar sus pingues capitales, una estrategia de medio pelo en la que cantantes, deportistas, cómicos, etc., piden solidaridad, como en los antiguos bailes de traje largo a beneficio de obras de caridad.

Dudar de las cosas nos libera de prejuicios, decía Descartes. De bien pequeño supe que los verdaderos héroes se esconden, para que la sensatez arraigue. Es como una caligrafía de los rastros, no les gusta salir en la tele porque temen que se enturbien sus huellas. La realidad hace trizas cualquier encanto… Para heroínas, ese pueblo que va abriendo camino desde atrás, muerto de miedo cuando llega fin de mes y se encoge mendigando consuelo, porque no se les ponga alguien enfermo, porque el recibo de la luz no suba más,  porque al menos uno encuentre trabajo, porque las matrículas del curso vengan con un pan bajo el brazo y ayuden a poder seguir creyendo en eso que llaman igualdad de oportunidades… La dimensión de las heridas se nos hilvana en la ropa.

A  Paco y a Manuel les pasa algo diferente. Como lo han perdido todo,  hasta la esperanza, el miedo se les ha ido, desarmado y sin rumbo, por el agujero de sus bolsillos. En ese universo de gentes sin techo donde se respira la tristeza y se teje la resaca de la noche, la gran hazaña de estos dos hombrecillos ha sido escarbar entre sus escombros un pequeño rincón que acoja, cuando el invierno busque los sitios, a alguien que venga muerto de frío. 

Participacions delslectors

Mésdebats