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Hay que pensar más que nunca de forma colectiva

comedorsocialok

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Semanas confinados tratando de sobrellevarlo según las circunstancias personales y familiares, viviendo el dolor de cerca por los familiares, amigos y vecinos que se han ido para siempre.

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Nos anuncian medidas de desconfinamiento y los indicadores nos muestran que hay una ligera mejoría, que debemos leer con prudencia y sin dejar de estar alertas. Pero hay otros indicadores que han golpeado con tanta virulencia como el virus, los económicos. Estos han puesto en evidencia la enorme vulnerabilidad de ciertas estructuras vitales y han conducido a una insoportable precariedad a muchas personas.

¿Qué nos espera cuando volvamos "a casa", a la "normalidad"? ¿Qué es la "nueva normalidad? ¿Que nada volverá a ser como antes tendrá el mismo sentido para todos? ¿Nos volveremos más resignados? ¿Más desconfiados? ¿Más egoístas e insolidarios? ¿Nos obligarán a aceptar situaciones como mal menor? ¿Jugarán con nuestros legítimos miedos?

Mi impresión es que sentiremos la necesidad de tener más protección, que no es lo mismo que estar más seguros, y la forma de conseguirlo será pensando más que nunca de forma colectiva, haciendo posibles cambios en profundidad y que se consoliden, siendo capaces de poner de verdad la vida en el centro, potenciando lo común, haciendo que todos los servicios básicos sea públicos, plantando cara a los especuladores. Que tengamos barrios donde los lobis de la vivienda no expulsen a las vecinas y los vecinos, sin coches ni contaminación, con espacios para pasear; lugares de vida, donde ser capaces de definir un modelo alternativo que elimine el urbanismo depredador, donde se implante un nuevo sistema productivo, donde haya reconversiones industriales. Donde se desaloje el miedo y la resignación.

Tendremos enfrente a los rivales de siempre: los poderes económicos, la patronal, las fuerzas políticas de derecha... que también quieren su bien común y que nos ofrecerán volver a la "normalidad". No es solo una cuestión semántica, pero debemos acertar en ser más comunes, aunque haya quien no vea en eso una normalidad.

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