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Mejor agua del grifo que bebidas azucaradas

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zentauroepp43247526 agua180509174144 / FERRAN SENDRA

Hoy en día una gran parte de la población en España y en el mundo muere a causa de enfermedades relacionadas con sobrepeso y obesidad. Beber kilocalorías a través del consumo de alcohol y bebidas azucaradas es una de las formas más fáciles de exceder nuestra ingesta diaria recomendada de kilocalorías y específicamente de azúcares, provocando en las personas un aumento de peso, lo cual lleva a desarrollar diferentes tipos de enfermedades como diabetes tipo II, hipertensión o algunos tipos de cáncer.

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Ante la epidemia de sobrepeso y obesidad, diferentes países de la Unión Europea como Francia y el Reino Unido han instaurado leyes en las que se obliga a los establecimientos como bares y restaurantes a ofrecer agua del grifo a sus clientes de forma gratuita. En algunos lugares de España, específicamente en la ciudad de Barcelona, existe la creencia de que el agua del grifo no es potable y que por lo tanto se debe de consumir agua embotellada. Esta información es falsa, ya que el agua del grifo en Barcelona cumple con estándares europeos, además de que Aigües de Barcelona (empresa encargada del agua en la ciudad) cuenta con diferentes certificaciones ISO que aseguran la inocuidad del agua.

A pesar de todo esto, la mayoría de establecimientos en Barcelona se niegan a dar agua del grifo a sus clientes cuando se les pide, argumentando que lo tienen prohibido ya que el agua no es bebible. De esta forma, al ir a un restaurante, las personas prefieren gastar en una bebida alcohólica o azucarada, ya que el costo de una botella de agua es el mismo y algunas veces incluso mayor.

Teniendo esto en cuenta, parece pertinente que las autoridades españolas sigan los pasos de otros países de la Unión y obliguen a los establecimientos a ofrecer agua de forma gratuita a sus consumidores. Si en verdad se quiere mejorar la salud de las personas y prevenir el desarrollo de sobrepeso y obesidad, no basta con decirle a la población qué es más o menos saludable; los estados deberían comprometerse con la población y facilitar estilos de vida y hábitos más saludables. 

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