Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

El drama de separarse con hijos

zentauroepp46313316 mas periodico arbol de navidad181219182419

zentauroepp46313316 mas periodico arbol de navidad181219182419

Corren tiempos difíciles, de miedos, angustias y separaciones.

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

Separarse no debería ser motivo para que los niños sufran. Las batallas entre las parejas al separarse deberían ser limpias y generosas por los hijos. Y demasiadas veces no es así.

Nos toca hacer una reflexión personal a todos aquellos que somos padres y ser coherentes cuando una vida en pareja se termina. No hacerlo puede llevar a los niños a escribir algo como esto:

"Cuando nací vuestros abrazos y besos fueron vuestra carta de presentación. Con el tiempo, la tela de mis ojos desapareció y empecé a descubrir un mundo maravilloso mientras recibía vuestro calor.

Los colores empezaron a aparecer en mi vida en forma de besos. Papá y mamá, siempre estabais cerca, recuerdo que siempre tenía mi cara cerca de las vuestras hasta recibir ese beso que me hacía sentir paz

Conocí a los abuelos, a vuestros amigos, compañeros de trabajo, mucha gente con la cual, a medida que mi conciencia se iba haciendo, empezaba a comprender lo que era el querer, porque ellos también me besaban. Me sentía muy querido.

Con vosotros, papás, descubrí la palabra Amor, que es maravillosa, de la cual me enseñasteis su significado con vuestros hechos. Me seguíais abrazando pasara lo que pasara.

Fui creciendo y descubriendo un mundo donde los colores agradables a través de vosotros eran algo normal. Hasta que un día me presentasteis el color negro. Un color que la vida no esconde, que según me contaron, es quien te quiere quien lo hace, para no perturbar la felicidad y para que se pueda seguir siendo un niño feliz.

Pero papá, mamá, yo soy feliz si vosotros sois felices.

Los niños no somos tontos.

Una mañana supe que algo no iba del todo bien. Esos abrazos que compartíamos se me dan por separado, duermo unos días con uno de vosotros y otros, con el otro.

Os da miedo contármelo y en ocasiones parece que papá es el malo y en otras que lo es mamá. Eso se llama separación, y lo comprendo o debo comprender aunque sea un niño pequeño.

Los dos siempre me enseñasteis que cuando un adulto habla, los niños se callan. Me gustaría esta vez que no fuera así, y que fuera yo quien pudiera decir lo que siente.

Os quiero a los dos, desde el día en que me pusisteis en vuestros brazos por primera vez y descubrí en vuestros ojos aquellas lágrimas de alegría por mi diminuta presencia.

Solo os pido que ese amor hacia mí no me digáis que fue mentira.

Os escucho llorar a solas, os veo gritar al teléfono, os veo simplemente tristes y peleando por mí. Ahora comprendo qué significa separarse; pero papá y mamá, sueño cada noche, esté donde esté, que no os separéis de mí.

Vuestro pequeño os quiere, permitidle gozar de los dos; juntos o separados, es cosa vuestra, pero gocemos. Lo único que pido es que nunca dejéis de abrazarme.

Por favor, seguid abrazándome.

Imagino que nos dirían algo así, y si ésto puede servir para que alguien se dé cuenta de que algunas batallas son verdaderamente estúpidas cuando existen niños de por medio, estas palabras habrán valido la pena.

Participacions delslectors

Mésdebats