No nos resignemos ante los alquileres abusivos

Quiere divorciarse y no puede. Se quiere independizar y no le llega. Quiere volver pero se queda en el extranjero. Un drama, vamos. Conozco un montón de casos como estos. Todos ellos tienen como causante el insostenible precio de los alquileres en Barcelona. No solo en el centro de la Ciudad Condal; también en históricos barrios obreros como el Poblenou o Sant Andreu.

El 10 de mayo, Ada Colau visitó el Congreso para que se revise con carácter urgente la subida desorbitada de los alquileres y solo la recibió el PP y con reticencias. Hay un montón de familias que no pueden asumir la subida de los alquileres y a Ciudadanos y al PSOE parece que no les importa demasiado ese debate.

Mientras tanto, los fondos buitre, con sus ventajas fiscales y gracias a la vista gorda que hacen nuestros representantes políticos, acosab a los habitantes, no solo de Barcelona sino de todo el país, y ya se han hecho con el negocio de la vivienda en España.

¿Qué hacemos? ¿Cómo va a acabar esto? Nos resignamos a saber que nuestros míseros sueldos no nos llegan para poder divorciarnos, emanciparnos o volver a vivir en nuestra ciudad o nos queda otra opción, pero con pocas expectativas de éxito: apoyar a los representantes políticos que lleven en primera línea de su proyecto el cambio en la legislación sobre vivienda. Personalmente no me convencen ninguna de las dos opciones y es descorazonador.