Diada: celebrar una derrota es un acto de humildad

Celebrar una derrota es un acto de humildad que, paradójicamente, se convierte en un acto de dignidad y orgullo en honor a los defensores de la ciudad de Barcelona, capital de Catalunya en esos momentos, y no de los condados de Barcelona.

Estamos en 1714, no en el siglo XII, pero parece que hay un interés negacionista en eliminar toda traza de soberanía y rastro de las instituciones y cortes catalanas por los que se niegan simplemente a debatir un conflicto soberanista. Si no existes no hay debate, parece la máxima. Y esta es la verdadera manipulación de la historia que se ha servido de un estado y una censura para convertir la Corona Catalanoaragonesa en un producto que convierte la nación y la identidad catalana en objeto supeditado a una soberanía superior dirigida desde Zaragoza y a su vasallaje 

Los defensores de Barcelona ya no defendían un monarca huido y cobarde sino los derechos y las libertades de un pueblo y el propio saqueo y destrucción de la ciudad condenada como traidores por un vengativo monarca francés. En el sitio de 1714 se luchó por un modelo de gobierno y un modelo de país que fue derrotado... Hasta hoy. Si cuesta comprenderlo es porque lo habitual es celebrar la victoria del invasor o la conquista al extranjero y eso demuestra, una vez más, la particularidad y la grandeza del pueblo catalán para superar la perplejidad de los que no llegan a comprenderlo.

Sugiero que la fiesta nacional de Catalunya la traspasemos a la entrada triunfante de Jaume I en Valencia, donde las crónicas hablan de la entrada de los catalanes, que supuso la confirmación territorial de los Països Catalans, la estructura de la que sería originaria el reino de España del que tanto se resalta su unidad pero se excluye su embrión originario como elemento extraño. ¿Por qué?

También sugiero que la fiesta nacional del reino parlamentario de España del 12 de octubre se traspase al día en que las coronas Castellana y Catalanoaragonesa se unieron en la figura de Fernando II, rey de la casa de Aragón heredero del reino de Castilla. Porque celebrar una conquista, invasión y destrucción de diversas culturas me parece menos oportuno que celebrar una confederación o una derrota. "La unión de las dos coronas se efectuó un 22 de enero de 1516".