La derecha se pone de perfil ante cuestiones franquistas

La derecha española (PP y Ciudadanos) se califica a si misma. En la votación en el Congreso de los Diputados para la aprobación del decreto-ley que permite la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, azules y naranjas se abstuvieron, salvo dos votos en contra de los populares (por error, según aseguran). El resto de grupos de la cámara votaron a favor de la medida, como no podía ser de otra manera. Un decreto que implementa uno de los puntos de los que adolece la ley de memoria histórica, en pro de la decencia democrática y del respeto a las víctimas del franquismo.

La derecha, como digo, se ha retratado, pero ese ponerse de perfil ante asuntos relacionados con la reparación de los crímenes franquistas ya es de sobras conocido. Que si "la izquierda quiere volver al pasado", que si "la exhumación no es una urgencia", que si "desenterrando muertos no se resuelven los problemas de los ciudadanos", que si "es una cortina de humo para tapar la incompetencia política", etc. Estos son algunos de los argumentos de los, llamémoslos así, conservadores, para justificar su postura. Derechas al margen, a partir de esta decisión conviene empezar ya a elaborar otras medidas importantes relacionadas con la memoria histórica: la creación de la Comisión de la Verdad -recientemente anunciada. El reconocimiento y reparación de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura.

La exhumación e identificación de los represaliados de cunetas y fosas comunes con subvenciones estatales. La anulación de las sentencias de tribunales franquistas. La ilegalización de asociaciones como la Fundación Francisco Franco. La investigación judicial de los crímenes de la dictadura, que hasta ahora la justicia española ha impedido -incluso internacionalmente- obviando descaradamente la justicia universal. No es de recibo que un tipo como Billy el Niño campe a sus anchas sin que sea juzgado. Tomemos ejemplo de países sudamericanos como Chile, Uruguay o Argentina.