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Conseguir las cosas por tus propios méritos es duro pero gratificante

Tengo 31 años y soy una estudiante de posgrado de Protocolo, organización de eventos y turismo de negocios de una escuela privada y universitaria de Barcelona.

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Es mucho lo que cuesta estudiar en este país y los sacrificios que tenemos que hacer, enormes, porque el Gobierno, lejos de invertir en el futuro (en los jóvenes), nos lo pone cada vez más difícil. Porque cuanto más ignorantes seamos, más manejables y vulnerables somos, como marionetas en manos de los que nos gobiernan.

Solo unos pocos afortunados, con mucho esfuerzo y endeudándonos con créditos a un interés altísimo, podemos hacer estudios superiores.

Es un escándalo que a usted, señora Cifuentes, teniendo todos los privilegios, igual que todo el Ejecutivo que nos gobierna, le regalen un máster por la cara y que, una vez se destapa el asunto, siga tomándonos el pelo y riéndose de todos los estudiantes, de nuestro esfuerzo y sacrificio, y que tengan que presentar una moción de censura para que dimita, porque, al parecer, uno de los requisitos fundamentales en sus currículums es no tener ética ni valores ni moral.

Mientras, yo (como muchos) paso tres entrevistas y una reunión por la junta del comité de admisiones; pago 3.400 euros con un descuento (por matricularme en verano, porque si no hubiesen sido 6.200) para acceder a un posgrado y aprobar 16 evaluaciones y un preexamen con nota mínima de 8 para poder presentarme al examen. Mientras, trabajo como camarera ocho horas para cuando acceda a otro empleo y me pidan experiencia. Pero si no me dan una oportunidad tampoco la tendré para seguir trabajando y estudiando (ya me pasó con el secretariado de alta dirección).

Mientras, busco una empresa para desarrollar los conocimientos adquiridos y hacer las prácticas y tener la suerte de que no me pidan alemán, francés e inglés B2 para cobrar 200 euros trabajando ocho horas (aunque también estaría dispuesta...). Todo esto antes de que acabe mi matrícula, porque, si no, no hay convenio, claro.

A lo mejor en septiembre tengo la suerte de que una cadena hotelera de prestigio me dé la oportunidad, pero claro, he de pagar 1.000 euros a la escuela para que me hagan una prórroga, porque en junio acabo matrícula...

Y es el pez que se muerde la cola: buscas trabajo de lo que estudiaste: "¿Tienes experiencia?". "No, pero ¿cómo la voy a tener si no me dais la oportunidad?". Y sigues luchando . A veces te dan ganas de tirar la toalla, porque desmoraliza y mucho. Te das un tiempo prudente, te sacudes y vuelves a luchar. Y vuelves a creer y a confiar en que llegará, que el esfuerzo tendrá recompensa... mientras sirves cafés con una sonrisa de oreja a oreja porque, hagas lo que hagas en esta vida, has de hacerlo con ilusión, dedicación, dignidad y amor... ¿Es este el futuro que nos espera?

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