Crimen en Níjar: Campaña de una muerte anunciada

En qué país miserable vivimos si se permite hacer campaña política a través del asesinato de un inocente niño.

Cada día, cada largo día de esta barbarie aparecían más y más personas expertas en el asunto. El seguimiento por las redes y los medios informativos ha sido multitudinario, hasta el punto de parecer un gran hermano, algo, a mi parecer, nada acertado para un tema intímo y muy muy delicado. No se ha respetado a las víctimas y han sido los mismos que mostraban una implicación casi personal, y nada más lejos de la realidad, pues todos ellos duermen tranquilos todas las noches y les importa bien poco el hecho, lo que les molesta es el trasfondo.

En un afán desmesurado de egoísmo han reabierto la polémica de la cadena perpetua (o prisión permanente revisable para los que prefieren el eufemismo), con la que pretenden conseguir... ¿el qué? ¿Pero es que alguien piensa de verdad que un asesino se va a replantear el matar o no porque en vez de 40 años le vayan a caer 80 o hasta que muera? ¿Alguien cree de verdad que un terrorista va a dejar de atentar porque puede pasarse la vida en la cárcel? ¿Es casualidad que en los países con cadena perpetua o pena de muerte es donde mayor índice de criminalidad existe? El problema es de base, de educación, y, como nos la están recortando, esto seguirá pasando con mayor y mayor frecuencia muy a mi pesar y al de, espero, una gran mayoría.