Ya se acercan las verbenas... y lo que conllevan

Se acerca lo que para muchos son las fiestas más molestas e incómodas de todas, las verbenas. Ahora que la gente, por fin, se empieza a concienciar del problema de los plásticos, no estaría mal que dieran un paso más y se diera cuenta también de los problemas que genera esta fiesta, tan desfasada, que es la verbena.

Primero, habría que señalar la cuestión del ruido (contaminación acústica). Con tanto ruido, los perros sufren una barbaridad, la gente mayor lo pasa francamente mal, gente con problemas de corazón o con acúfenos en los oídos se le hace insoportable, etcétera.

La pólvora hace que suba la contaminación, cosa que, junto con el calor típico de la época, lo hace nada recomendable para la salud de las personas. Y ya por no decir lo de las playas, sucias y con toneladas de porquería. ¿Pero cómo se permite eso? En definitiva, una vergüenza.

Y digo yo, ¿no se podría celebrar la fiesta sin tanto ruido y hacer las hogueras como motivo principal de la fiesta? ¿Por qué el que quiere dormir tiene que fastidiarse y no poder pegar ojo en toda la noche? ¿No podrían poner un límite horario a partir de una hora razonable? Somos un país ruidoso por excelencia, así que empezamos ya a civilizarnos un poco...