#Yositecreo: Sé que no estoy sola, ayudadme a sobrevivir

Soy un producto agotado, inútil y vacío, en eso me he quedado. Para ti, para tu enorme ego, que se ha hecho más grande a costa mía, en eso me he quedado.

Sobreviviendo, esa es la respuesta, a la pregunta '¿Cómo estás?', después de una relación con un psicópata narcisista, que un buen día se cruzó en mi camino, con todo su encanto, pena, dolor, necesidad de amor y otras mentiras y falacias, tremendamente orquestadas y programadas para nutrirse de mí. Tú no matas, pero aniquilas mi alma y mi autoestima y mi bolsillo. Qué pena, tener que justificar mi verdad a lo vivido, justificarme de situaciones que creía 'normales'. Sobrevivir, esa es la respuesta.

Pequeños actos perversos, tan cotidianos que me parecían 'normales'. Todo empieza con una falta de respeto, con una pequeña mentira o sutil manipulación. Luego todo se transforma progresivamente a tropel, como un huracán, en conductas altamente perversas con graves consecuencias para la salud psicológica y física de las que somos víctimas.

Sin sentimiento de culpa ni remordimientos, has actuado en beneficio de tu propio interés, tus fines siempre han justificado los medios. Gran seductor, sin hacer mucho ruido, pareces humilde, calmado, amistoso, con don de gentes. Muy hábil en la comunicación, dominio de la percepción psicológica invertida. Hablas con frases ambiguas, inacabadas y contradictorias. Artista del arte de la mentira, percibes muy bien las emociones de los demás, pero con ellas, manipulas al uso, en tu propio beneficio.

Tu seducción y como resultado, yo, receptáculo de tus miserias, complementaria de tu 'yo' más perverso, dependiente emocional, cruelmente menospreciada, desacreditada, vejada, privada de dignidad y respeto, por tu violencia subterránea y rastrera. Moviéndote siempre en tu ciclo psicopático.

Ese ciclo, con un inicial bombardeo de amor, era lo mejor de tu vida. Desconcierto, me sentía confundida, pensaba que tus reacciones eran causadas por mi culpa. Algo me decía que no me podía fiar de ti, en permanente alerta, intranquila, con una necesidad imperiosa de recuperar 'tu amor', ya que te muestras distante y culpabilizador. Triangulación chateando en diversas redes sociales, en páginas para encontrar pareja, siempre con tu halo de misterio, ninguneándome, acusándome de paranoica y celosa compulsiva, la historia del perro del hortelano, y, finalmente llega el descarte, del 'no puedo vivir sin ti' al adiós fulminante.

Probablemente es lo mejor que me pueda haber pasado, tu 'adiós fulminante', para cerrar un capítulo de abusos  que ha durado tres años y cuatro meses. "Los errores se pagan caros", me decías, pues sí, lo he pagado muy caro. Pero ¿sabes una cosa?, por ser valiosa, por todo lo que soy, por todo lo que admiras y que no tienes, por eso te fijaste en mí, por tus carencias, para nutrirte de mí, y cada abuso era un triunfo y cada triunfo te empoderaba.  Ganabas fuerza, poder y dinero.

He sido tu 'complementaria' y ahora toca sanarme de un abuso real y devastador. Ciertamente, todo en la vida pasa por algo. He aprendido, mis alarmas saltan, si algo presiento que me va a dañar, salgo corriendo. No he de justificarme de nada. Sé que no estoy sola, somos muchas y hay salida de las garras del abuso.

"Con los psicópatas, la regla de discernimiento básica es que hay que atender siempre a lo que hacen, nunca a lo que dicen que hacen", dice Iñaki Piñuel. #Yositecreo