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El sinsentido nuclear

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zentauroepp41386287 pope francis delivers christmas wishes to vatican staff duri171221124006 / MAX ROSSI

Un niño entierra a otro niño. Desde el 31 de diciembre del 2017 el Papa Francisco ha querido que sea divulgada en todo el mundo la foto histórica de Nagasaki de 1945. Su título es: 'El fruto de la guerra'. La foto representa a un niño que espera su turno en el crematorio para enterrar o incinerar a su hermano muerto al que lleva en la espalda. Fue tomada por el fotógrafo americano, Joseph Roger O'Donnell, después del bombardeo atómico en Nagasaki. Y explica el Pontífice: "La tristeza del niño se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre".

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La foto que el Papa ha propuesto es emblemática y alerta implícitamente de una catástrofe nuclear. La era nuclear irrumpió desde la segurnda guerra mundial para quedarse. Francisco probablemente sabe que el horror de Nagasaki e Hiroshima puede repetirse. La preocupación radica en que esta fotografía no es solo el pasado.

Sin duda, con esta imagen, se desea suscitar mayor consciencia entre los pueblos y los líderes sobre un mundo libre de armas nucleares. Francisco ya ha instado a que ningún país, ni nadie, tengan arsenales atómicos que posibilite la amenaza a liquidar la vida. El Papa ha pedido este desarme para eliminar del corazón de la humanidad el temor constante de la guerra.

Recordamos que el Vaticano ha celebrado este final de noviembre un Simposio Internacional bajo el lema: 'Un mundo libre de armas nucleares y un desarme integral'.

Y dijo el Papa en el Vaticano, el 10 de noviembre de 2017, y ante 300 expertos internacionales que discutieron sobre el desarme nuclear: "Que la voz profética de las víctimas de Hiroshima y Nagasaki sea una advertencia especialmente para las nuevas generaciones". El Papa no pierde ocasión para alertar sobre el peligro de la guerra nuclear e indica que "las consecuencias humanitarias serían demoledoras".

François Bugnion, del Comité Internacional de la Cruz Roja, ha indicado que "después de 70 años todavía hoy curamos a las víctimas de Hiroshima". En las redes sociales, el Papa ha tenido también otro gesto apelando al hermanamiento y ha escrito: "en estos días promovamos actitudes y gestos que favorezcan la paz".

Y nosotros adelante con estas perspectivas en nuestro corazón, para procurar eliminar en lo que sea posible esta desoladora e inhumana lacra que desgraciadamente forma parte de un perpetuo huracán devastador y terrible.

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