La política atrae a corruptos

Casi nadie que tenga un buen empleo, un buen sueldo y reconocida experiencia laboral y humana se apunta a la política, salvo que el sueldo sea 10 veces mayor, y solo los que no consiguen trabajo son candidatos a político. Quizá muchos, cuando se inician en la política, piensan que a ellos no les va a pasar, pero el tiempo y lo que parece impunidad acaban corrompiendo muchas veces al político honrado. Muchos esperan un empleo o asesoría de lo que sea cuando dejen la política, quizá a cambio de favores concedidos. Desde el momento en que se crean cargos de confianza ya empieza la irregularidad, porque generalmente solo se contrata a gente próxima o familiares, con la excusa de que podrán confiar en ellos; cuando en realidad se deberían rodear de gente capacitada que trabaje no para ellos sino para la ciudadanía, que es la que verdaderamente les paga.

La mayoría de estos cargos se sienten a salvo de cualquier tropelía que cometan, al estar protegidos por sus jefes políticos. También los hay que empiezan su carrera con absoluta sinceridad y honradez pero con el tiempo se enriquecen con la información privilegiada que reciben.