No nos enseñaron bien

Nos han enseñado a estar alegres y sonrientes, pero yo cuando quiera estaré triste y lloraré. Pondré la carita amarilla de tristeza, en mi rostro, porque tengo derecho a tener un mal día y que se me note, lloraré porque quiero expresarme, sacar mis sentimientos, sacarlo todo y no dejarlo dentro, y que fluyan mis lágrimas como un río.

Hablar de la enfermedad entre sanos tampoco está bien visto, solo se puede hablar en las asociaciones o en grupos de personas que también están enfermos, las penas mejor callarlas. Pues no, no me da la gana, yo como enferma crónica, quiero contarlo, compartirlo con todos, quién sabe si mañana tú estarás enfermo.

No nos enseñaron a aceptar las arrugas, el paso del tiempo en nuestro rostro. Eso es un grave error, ya que es inevitable. Yo quiero arrugarme, porque significa que llegaré a mayor.

Nos han enseñado a no pensar ni hablar de la muerte, pero yo quiero pensar en ella, y hablar de ella. Porque no es mala, es muy dolorosa, un mal momento cuando pierdes a la persona que quieres, triste, gris, negra. Y me vestiré de negro, porque mi corazón estará teñido de este color, y aunque no se lleve, yo quiero llevarlo. También es la prueba de que has vivido y algo por lo que todos pasaremos.

Yo solo quiero expresar mis sentimientos, aunque quede mal y no se lleve, no nos enseñaron bien en el colegio, en la universidad, en el trabajo ni en la familia. Hablar de según que temas, parece un tabú en esta sociedad tan moderna y yo soy persona no un robot.