Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

Maestros de la vida

la-la-land

la-la-land

¿Nos hemos preguntado alguna vez quiénes somos realmente? ¿Quién hay detrás de nuestro nombre y apellidos, edad, trabajo, familia, hobbies...?

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

Cada uno de nosotros es fruto de una serie de circunstancias: nuestros genes, la familia en la que hemos nacido y crecido, un ambiente social, económico y cultural determinado, y una región y un país que nos ha visto nacer y formarnos la mayor parte de nuestras vidas. Pero ante esa realidad podemos preguntarnos: ¿Eso es todo? ¿Somos  todo ese conjunto de cosas y ya está? ¿O hay algo más? Es decir: ¿Cuánto hay de nosotros en esencia? ¿Cuánto hay de aquello que nos mueve a sentir y actuar de una determinada manera y que nos hace únicos e irrepetibles?

No siempre es fácil la autenticidad personal. La vida nos va encasillando en determinados papeles o personajes, con ligámenes y responsabilidades concretas, que apenas nos permiten ese margen de esencialidad.

Y así suele ocurrir que, a determinadas edades, algunos cambios en la vida nos parezcan ya impensables. Muchas cosas no las hacemos porque "no toca", porque económicamente nos da miedo dar el paso, o porque nos importa mucho lo que pensarán los demás, y de esta manera nos vamos cerrando a esa posibilidad de atender a nuestra esencia, a lo que realmente vibra o resuena en nosotros. Por ejemplo, aunque estemos muy cansados y aburridos de hacer siempre el mismo trabajo, no nos planteamos ya cambiar; ni tampoco tenemos suficiente coraje para estudiar teatro o piano, aunque sean aficiones que siempre hemos querido cultivar.

Pero ocurre que, si miramos un poco hacia nuestro interior, si nos mantenemos despiertos, alertas, sentiremos cómo nuestro ser nos azuza, nos pincha para que realicemos lo que realmente deseamos hacer. La vida nos empuja a plasmar lo que somos en esencia, y si no le hacemos caso, a veces nos sacude y nos hace pasar por situaciones difíciles, como un accidente o una enfermedad grave para que reaccionemos y dejemos de vegetar dentro de nuestra zona de confort.

Conozco algunas personas (pocas) que, solo con mirarlas, desprenden una energía especial. Son ligeras, alegres y despreocupadas. No se identifican con casi nada, fluyen con la vida y con todo lo que les rodea con suavidad y elegancia; personas que sienten y viven de acuerdo con su ser interior, su chispa más profunda, libres de su pasado y de ideas o creencias preconcebidas. Me gusta ir a sus cursos y charlas para sentir e imbuirme de su energía. Son personas a las que considero verdaderas maestras de la vida y por eso, algún día, quizá ya en otra vida,  me gustaría ser como ellas.

Participacions delslectors

Mésdebats