Los comentarios sexistas no son piropos

Si dos chicos insisten en que entre a un bar, me niego y estos, como respuesta, me hacen comentarios fuera de lugar hasta que desaparezco por la esquina, estoy ante un claro caso de acoso, ¿no? Pues la respuesta de un familiar al explicarle este hecho, me escandalizó. ¿Su respuesta? "Ah, eso son piropos, siempre ha pasado".

¿Cómo ha podido la sociedad normalizar el acoso de tal manera? Los piropos no son halagos si son comentarios sexistas. Y menos si se basan en un trato vejatorio y descalificador. Desgraciadamente, no soy la primera ni a la única mujer a la que esto le pasa. El acoso nos hace sentir incómodas, inferiores y despreciadas por nuestros supuestos iguales. Porque el acoso no hace sentir bien a las personas. Porque el acoso puede ir, y de hecho va, más allá de los piropos.