Donar sangre es dar vida

Hace algunos oí por los medios de comunicación que había bajado la  reserva de los bancos de sangre. Así que como ya me tocaba, soy donante  de sangre habitual, programé para en el pasado 15 de enero ir a donar sangre al Hospital del Vall d' Hebrón sin tener conocimiento de que se celebraba un maratón de donantes.

Como siempre, el personal muy amable y cariñoso.  Todo fue bien muy rápido. La sorpresa fue que al degustar alguna cosa  para la recuperación, me encontré con algo poco inusual, un menú de  lujo: tortilla servida gentilmente para la ocasión por el Racó Petit, buenísima, pan con tomate, chocolate, un buen surtido de pastas y además fruta (manzanas de Girona y mandarinas).

Ha sido una sorpresa  muy estimulante y he tenido la ocasión de compartir con Joan, 10 años, de Breda, y su padre, y con Lola, una paisana muy simpática... "Yo trabajo en  el despiece de aves" -me dice una persona muy divertida-. Llevo ya 20 años como donante de sangre, a lo mejor he salvado alguna vida", afirma. "Seguro", le respondo.

Yo no llegaré a los 20 años como donante pues, al preguntar al médico, me dijo que como máximo se puede donar hasta los 70. Qué pena, me digo para mí mismo, pues "ser  donante es dar vida". Y eso es lo que se me ha ocurrido escribir en un  tablón donde los donantes de sangre han escrito frases maravillosas. 

Gracias, compañeros donantes, por vuestra generosidad.