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Alquileres turísticos: Sanciones desmesuradas e injustas

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Ayudemos a nuestro Ayuntamiento de Barcelona a hacer bien las cosas. Se esta desarrollando un problema que está cobrando una alarmante dimensión social. Me refiero al creciente número de afectados que se está registrando por la forma en que nuestro ayuntamiento está llevando a cabo las necesarias medidas contra el alquiler de los pisos turísticos. El ayuntamiento, con la mejor de las intenciones para regular esta situación que a tenta contra los vecinos de la ciudad, no está diferenciando ni dimensionando de forma justa lo que es una "especulación sistematizada" de lo que es una "infracción leve" cometida en forma contingente por un particular. Intentaré describir sintéticamente mi situación con la intención de mostrar una realidad que nos aqueja a muchas personas en este momento.

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En abril de este año pudimos comprar con mi compañera un estudio en el Guinardó. La inmobiliaria nos aseguró que la cédula de habitabilidad era viable, ya que está inscrito como vivienda en el ayuntamiento; los servicios de luz y agua son los de una vivienda, y no los de un local, y el seguro de la entidad bancaria lo ha asegurado también como vivienda.

En mayo decidimos ponerlo en venta, pues un abogado conocedor del tema nos desalentó con respecto a la posibilidad de obtener la cédula de habitabilidad. En ese interín, una de nuestras hijas, de 25 años, nos pidió utilizar el estudio hasta que la venta se concretara (hoy está ya prácticamente vendido). Pues bien, el pasado 13 de noviembre, a las 17.00 horas, nos llegaron dos cartas certificadas del ayuntamiento en las que se nos impone una sanción caracterizada como "falta muy grave", cuyo importe oscilaría entre 60.001 y 600.000 euros.

Ante el desconcierto, llamamos a nuestra hija, y ella nos confesó entonces que, en verano, mientras estaba momentáneamente en paro, sin decirnos nada, había publicado un anuncio para compartir el estudio con una turista por un fin de semana. Acto seguido, se dio de baja en el anuncio y en el perfil, quedando registrado el comentario de la persona que se había hospedado (lo cual aparece como "prueba" en la nota que me envió el ayuntamiento). Nos encontramos completamente indefensos ante una sanción que consideramos desmesurada e injusta y que significaría un daño económico irreversible para nosotros.

Bien, lo que se está observando es la multiplicación de casos semejantes, de personas a las que se les está exigiendo pagar más de mil veces por lo que habrían ganado en un día de alquiler no permitido. Creo que es la misma ciudadanía, acudiendo a los agentes políticos que tienen a su cargo la tarea de regularizar esta situación, quien debe contribuir a darle visibilidad a esta cuestión, y crear espacios de debate y sensibilización que tiendan a pulir las aristas penosas de lo que tendría que ser un cuerpo de medidas que protejan a la convivencia en la ciudad, sin sacrificar a una parte de la misma.

 

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